Dudas más frecuentes sobre la eliminación de tatuajes | Actitudfem

2023-02-05 17:53:46 By : Mr. jim wong

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Hacerse un tatuaje es una experiencia trascendente, pues se plasma una imagen que nos acompañará durante años, si no es que por siempre. 

Sin embargo, muchas personas se arrepienten de habérselos hecho o les dejan de gustar y quieren eliminarlos. 

Antes, esto era un gran problema, porque significaba que un tatuaje era para siempre y no había muchos lugares para quitarlos. Sin embargo, desde hace algunos años existe la posibilidad de removerlos.

Tecnologías hay muchas, pero para conocer cuál es la mejor platicamos con Samantha Guevara, experta en eliminación de tatuajes y fundadora de MissInk, y nos respondió las dudas más frecuentes entorno al tema. 

Encontrar un láser que funcione sin dejar marcas o cicatrices no es algo sencillo, como dice Samantha, quien por años estuvo buscando eliminar un tatuaje que le cerró las puertas del mundo del modelaje. 

Buscó en Los Ángeles y Nueva York y ninguna máquina la convencía o los costos eran elevadísimos. Sin embargo, al encontrarla, decidió comprarla y así comenzó una empresa, la cual lleva más de 10 años en México. 

El más común es el ND Yag, y hay dos tipos pulso: nanosegundo y picosegundo, que es la energía con la que se dispara el láser. 

El láser que utilizan es de nanosegundo Q-Switched de última generación, que no deja manchas, marcas ni cicatrices, claro, depende siempre de la piel de cada persona. 

Duele un poco, depende del umbral de dolor de cada persona. Algunas personas aguantan la eliminación sin ningún tipo de anestesia, otras requieren anestesia tópica o tomar algún analgésico.

La única tinta que no se puede eliminar con ningún aparato es la blanca, porque con la luz del láser rebota con el blanco y no logra romper la cápsula de la tinta dentro de la piel y liberarla. El azul y verde son las tintas más difíciles de eliminar, sobre todo la azul, y requieren varias sesiones. 

El color más fácil es el negro, sale muy bien por lo anterior explicado: el láser detecta el color y rompe la cápsula de la tinta más fácilmente. 

Depende, la piel está lista para ser tratada de nuevo al mes, pero recomiendan hacerlo cada dos meses para darle tiempo al sistema linfático de procesar la tinta que se elimina. Ahora bien, todo depende de la extensión del tatuaje. Además las mujeres embarazadas no pueden someterse a este tratamiento.

En cuanto al estimado de sesiones, en la valoración se indica. Pero si el sistema linfático y el metabolismo no funcionan adecuadamente, si eres inmunodeprimido, fumas, eres sedentario, no tomas agua y no sigues los cuidados postratamiento, serán más sesiones. Para un tatuaje negro sin cover up ni repasos son entre 6 y 8 sesiones; para color, de 12 sesiones en adelante.

Depende del tamaño del tatuaje, el puntero dispara entre 6 y 10 disparos por segundo se va repasando el tatuaje, por lo que si es pequeño, se acaba rapidísimo, pero si es media espalda, tomará más tiempo.

El costo de una sesión va desde los $600 pesos en adelante, dependiendo de las características que arroje la valoración. Se cobra según el número de disparos que se tengan que realizar.

Sí, mientras no haya una cicatriz de algún procedimiento previo en el que le hayan dejado marcas. Tampoco los tatuajes blancos, como ya dijimos, y es más sencillo remover los que no son cover up (que estén tapando algún otro tatuaje anterior). 

Samantha considera que la tinta negra es un poco más dolorosa que el resto, pues se lanza el rayo de láser, el cual detecta la cápsula que tiene tinta, la energía del láser se convierte en un golpe de sonido que hace vibrar la cápsula y la estalla. Los pedacitos más ligeros los procesa el sistema linfático lo elimina por medio de la orina. Cuando el pigmento es muy oscuro, absorbe más energía del láser.

Al hacer la valoración se dan las medidas previas, pero lo recomendable es aplicar anestesia tópica desde casa, cubrir con plástico una hora antes de la sesión, y tomar un analgésico, si es que son personas muy sensibles al dolor. Tampoco se debe haber tomado el sol 10 antes. Las medidas post son casi iguales a las de un tatuaje: no se debe tomar el sol 10 después de la sesión, no ir a saunas ni a vapores. 

La cicatriz es un exceso de piel muy dura, por lo que el láser no podrá entrar tan fácilmente. Se puede intentar, pero tal vez queden algunas sombras. 

Si alguien tiene un cover up, ya no tiene uno, sino dos tatuajes, uno más profundo que el otro. El primero queda más adentro, en la dermis y el segundo está en la epidermis, por lo que el primero en salir será el cover up, y el antiguo volverá a aparecer, y no es seguro que se pueda quitar del todo. 

En MissInk tienen técnicas especiales para proteger la parte que se quiere respetar y trabajar el resto.

Sí, pero hay que aclarar algo, porque muchas clientas se espantan al principio, pues el láser al momento de detectar el pigmento, chamusca el vello de la ceja, por lo que recomendamos rasurar la ceja, así no quema el vello ni el láser pierde potencia. A los 10 días el vello vuelve a crecer y al mes el tatuaje va desapareciendo, por lo que nunca te quedas "sin ceja". El vello vuelve a crecer, no se quedan sin ceja, porque además el láser no es igual, pues para matar el folículo del vello se necesita calor.

El objetivo de Samantha es crear una cultura del tatuaje, para no tomar decisiones de las que luego puedan arrepentirse: hay que pensar bien hacerse un cover up, si lo más conveniente es eliminarlo, si usar tinta blanca, hacerse tatuajes con nombres de pareja o un tatuaje que compartas con tu pareja (piensa que el 70% de los casos que le llegan son de ese tipo). Afortunadamente es algo remediable, sólo hay que pensar en el color de las tintas, la locación, etc., y sobre todo meditar muy bien la opción de hacerte un tatuaje que estará en tu piel por mucho tiempo.

Una publicación compartida por MissInk (@missinkmexico)

Crédito fotos: MissInk, iStock